Dice el refrán que cuando la perra es brava hasta a los de la casa muerde y válgame lo irreverente, pero hoy por hoy el Poder Judicial de la Federación que ha descendido a los más bajos niveles de honestidad, de confianza, de credibilidad, de eficiencia, de tiranía, de beligerancia y por ende de una grave traición a la patria y que ojalá que anda por estos lares el Comisionado de la Organización de las Naciones Unidas además de informarse de la constante, cruel y retrógrada práctica de la tortura con la que se fabrican delitos y delincuentes, eche un vistazo nada más a las estadísticas del Poder Judicial de la Federación para que con el apoyo de alguien del medio y desde luego sin tendencias de ninguna especie, le explique cómo es que un porcentaje increíble, por las condiciones de ineficiencia en que trabajan los elementos de la Procuraduría General de la República pueden ser tan eficientes y que hasta sin saber quién acusa a un procesado, sea condenado a prisión prolongada o se le niegue la protección de sus derechos humanos que garantiza la Constitución Política de México y que es falso que el Poder Judicial de la Federación sea garante de ello.
Y digo que hasta a los de la casa muerde como le sucedió a los magistrados que a finales del año próximo pasado sin ninguna explicación a diestra y siniestra el Consejo de la Judicatura cambió a varios magistrados de diversos Tribunales Colegiados de este circuito y quienes cometieron el sacrilegio de defenderse de tal medida y que después de haberse declarado por la misma Corte que les asistía la razón en ese estilo frecuente y cantinflesco de actuar de la misma Corte y del Consejo de la Caricatura que es un grave cáncer para el país además de una pesadísima carga económica. Al magistrado que le concedieron la razón y que por ende al resto también les asiste en acatamiento a la resolución, lo reinstalan para simular el respeto al derecho quedando en plenitud de jurisdicción para que a los tres, cuatro días reasignarlos a otro circuito así que ay de aquellos a los que todavía no se les resuelve su recurso si es que no se desisten antes como se da entre los esclavos del Poder Judicial según su conducta y su idiosincrasia nada digna de los mexicanos.
Señores diputados, senadores sean más responsables en el manejo de que le dan en el Poder Judicial Federal no tan sólo en el derroche de los recursos económicos sino en lo más sagrado que es en la irresponsabilidad y mala fe con que se ministra justicia en este país.
Se el primero el comentar. en "Cuando la perra es brava – por Mtro. Luis Octavio Cotero Bernal –"