INVESTIGAR AL PRESIDENTE DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN.

El simple hecho de hacer público o decir en público o pedir de manera pública se investigue a un servidor público, entraña innegablemente un atentado al prestigio, al honor, a la dignidad personal o familiar aunque después de agotada la investigación resulte que no se encontró responsabilidad alguna que incrimine a aquel servidor público, aunque en el caso del Presidente de la Suprema Corte Juan Silva Meza es indiscutible los malos manejos del presupuesto del Poder Judicial de la Federación por el derroche que se hace de los mismos y que habrá que checar con lupa todos y cada uno de los gastos que lleva a cabo él como Administrador y Representante del Poder Judicial, además de los informes falsos dados a la Organización de Naciones Unidas que equivocadamente durante estos dos años de la presidencia de Silva Meza es falso que se hayan garantizado por esa institución los derecho humanos y para muestra está la cantidad de sentencias condenatorias que los cobardes magistrados y jueces que ahora lo serán más, dictan sistemáticamente condenando a cuanto procesado cae en sus garras, que de no tener pruebas, como es común, si acaso una denuncia anónima con una confesión arrancada bajo tortura, denuncia que procesal y constitucionalmente son ilegales.

No se vale, en un propósito banal de pretender trascender como el gran Presidente de la Suprema Corte y de manera tan inmoral, acabar con el prestigio de un hombre que por más de cuarenta años de manera intachable se desempeñó como Juez de Distrito y como Magistrado de Circuito, ahora se diga públicamente que será investigado por sospechas en el manejo de sus cuentas y que intrínsecamente se le sancione al ser suspendido sin goce de sueldo, dando además, un miserable espectáculo nacional y agudizando la cobardía de magistrados y jueces que desafortunadamente entre ellos mismos no son solidarios y sólo se agachan para seguir mamando del erario público en agravio de la sociedad y lo anterior lo sostengo, porque me atrevo a meter las manos al fuego por Jorge Figueroa Cacho, a quien conozco desde hacer más de treinta años como un hombre honesto, capaz e intachable en su función, que ojalá mis compañeros académicos de la Universidad de Guadalajara a la que sirvió de manera gratuita como docente, sus compañeros de generación y los Colegios de Abogados nos solidaricemos con el Magistrado, víctima de la banalidad de un Presidente senil, deshonesto e indigno que junto con el resto de los integrantes del Consejo de la Caricatura (Judicatura) Federal que la supuesta cantidad que encontraron en las cuentas bancarias del Magistrado y de sus familiares es una cantidad que en seis meses en puros salarios acumulan los Consejeros y que en tantos años de servicio, que además por cualquier otra circunstancia lícita, pudiera haber ingresado el Magistrado a sus cuentas que si sospechan, antes de hacerlo público, de suspenderlo y de ponerlo a disposición de la Procuraduría General de la República, se debió haber hecho la indagatoria adecuada y haberse respetado el derecho humano a la defensa y al debido proceso. Compañeros de trabajo del Magistrado, no sean tan cobardes sean más solidarios, que en cualquier momento serán víctimas de lo mismo ya que la sociedad es víctima de ustedes por la cobardía que ahora se les acentúa ante tales acontecimientos. Compañeros del foro, el callar es la peor cobardía, no incurramos en ella.

Mtro. Luis Octavio Cotero Bernal.

[email protected]