La Suprema Corte pena de todos los mexicanos

En múltiples ocasiones en este espacio he tocado el tema de la deshonestidad e incongruencia de los Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y se prueba tal afirmación de modo tan eficaz que jamás se me ha refutado por alguien o por algún medio, ya que el recibir en este país el salario y las prestaciones mensuales que reciben los Ministros de la Corte es inconcebible ante tantos mexicanos en pobreza extrema y que nada ni nadie los ha hecho que corrijan tal situación, empezando por el Senado de la República que es el que aprueba sus nombramientos a propuesta del Presidente de la República y donde se dispendian además de los salarios más allá de los quinientos mil pesos mensuales en la infraestructura tan ostentosa y tan lujosa en que en todo el país se instalan los órganos jurisdiccionales del fuero federal y para concluir, ni el presidente del país más rico del mundo recibe el salario de los mencionados Ministros que además nos ministran una pírrica justicia de secretarios.

Una vez más se agrava la pena que nos causa la actuación de la Suprema Corte que está a los pies del Ejecutivo y de los vaivenes de la política que lejos de hacer la política de la justicia hace la justicia de la política. Esto lo sostengo porque apenas en el mes de junio del año en curso había sostenido que el juicio de amparo era improcedente contra los cobros excesivos de la Comisión Federal de Electricidad y sobre todo cuando se reclamaba el exceso en el cobro del servicio de la energía eléctrica y que esta desconcentrada no estaba obligada a devolver en efectivo el cobro excesivo, ya que lo podía compensar en el consumo futuro de la luz así que si aquel consumidor ya no requería de sus servicios por alguna razón, tácitamente por resolución de la Corte estaba perdido su dinero que desde luego si se recontratara no habla si le generarían intereses esos dineros cobrados en exceso, situación evidentemente injusta, inmoral y cínica de la Corte lo que a todos los abogados en particular nos debe generar una gran pena y en consecuencia denunciar ante el Congreso de la Unión la violación sistemática de la Constitución por parte de los Ministros y ser destituidos y desde luego consignados ante tan grave conducta.

En la jurisprudencia 113/2010 la misma Corte establece que el corte o suspensión de suministro de energía eléctrica no es un acto de autoridad para los efectos del juicio de amparo ya que se trataba de una relación contractual, pero

váyase de espaldas amigo lector, ya la semana pasada el intestino, la política o su progenitora si es que tienen les cambió la idea y ahora resulta que sí procede el amparo contra la Comisión Federal de Electricidad. ¿No le parece amigo lector que es una gran pena que lo que debiera ser lo más excelso en la administración de justicia esté a tan alto costo para el tan pobre desempeño y miserable justicia?

Mtro. Luis Octavio Cotero Bernal

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