Menos peores que el catorce

El próximo jueves que ya comienza el año, es obligado despertar con una actitud positiva, pero no beligerante; respetuosa, pero no sumisa; diligente, pero no servil; digno, pero no soberbio y humilde, pero no cobarde. Este año próximo a nacer deber ser la base que nos impulse a levantarnos del caos y desgracia que este dos mil catorce nos ha dejado en todos los aspectos de nuestra vida como nación.

Considero que la responsabilidad que tenemos todos los que poblamos esta hermosa nación y en particular los que hace cincuenta años o más recibimos una patria en pleno desarrollo con oportunidades en la administración pública nacional, estatal y municipal; en el campo obrero patronal, en la agricultura y que la seguridad pública, el aire limpio y el agua clara eran parte de nuestro entorno y que en ese transcurso del tiempo hemos acabado con toda esa serie de condiciones que nos han permitido a muchos de nosotros envejecer y que en el correr del tiempo y desafortunadamente muchos se adelantaron en el menos cabo y destrucción de nuestra suave patria.

Con alegría y con el talento que la naturaleza nos ha dotado y desde luego con el apoyo del Creador que cada quien conciba, dejar de lado la indiferencia a la corrupción, a la injusticia, a la indolencia para hacer que cada uno de nosotros sea mejor ciudadano, por ende hacer que nuestros gobernantes sean nuestros servidores públicos y no los jerarcas que hasta hoy se han creído por el poder que les hemos delegado y que hicieran posible que fuéramos una sociedad armoniosa y progresista, segura y feliz, que de no actuar nuestro destino será más infame del que hasta hoy nos han dado, porque así lo hemos permitido, ya que como se dice por ahí los pueblos tienen los gobiernos que merecen y creo que nuestra mentalidad es de tener hombres y mujeres en el poder para nuestro el servicio de todos los gobernados y no para que se sirvan, enriquezcan y envilezcan como hasta hoy ha sucedido.

Creo en que cada uno de nosotros desde nuestro espacio por limitado que sea, en esa actitud positiva iremos creando y forjando un país en el que pueblo y gobierno crezcan, se desarrolle y vivan dignamente. Me parece muy en especial que el gremio de los abogados al que pertenezco y a quienes se nos reprocha con mucha razón el ser un factor altamente responsable en el estado que guarda la justicia en este país que es la institución indicada para que en un honesto y

oportuno desempeño se establezca la política de la justicia y no como hasta hoy la deleznable justicia de la política que muy desafortunadamente ministros, magistrados y jueces tanto del fuero federal como del fuero común han malversado y gozado de tan grave impunidad que hasta hoy debemos haber permitido. Ni un paso más atrás. Feliz Año a todos mis amigos y a mis enemigos también y a mi único lector.

Mtro. Luis Octavio Cotero Bernal

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