¿Y el respeto a la inteligencia, hasta cuándo?

Me parece ofensivo, indigno, humillante, cobarde e imbécil el que un padre le diga a sus hijos que le va pedir a uno de sus hermanos o de sus íntimos amigos que le revise las bolsas del pantalón a ver cuánto dinero trae y de dónde lo obtuvo, para que sus hijos se den cuenta de cuan honesto es su padre, que desde luego estoy seguro que los hijos adultos todos, tan solo con un dedo de inteligencia no van a creer que el familiar o el amigo de su padre vaya a ser realmente honesto, de tal manera que su padre no los vaya a convencer por el parentesco, por la amistad o por un interés económico de que a ese respecto diga lo que él quiere que le diga, respecto del contenido de los valores que su papá dice poseer en las bolsas de su pantalón y que despliega tal actuar, porque sus hijos lo han increpado dudando de su honestidad.

Por eso me parece que toda la familia de este país estamos molestos, indignados y avergonzados, porque quien detenta el poder de la patria se atreve a hacer y a decir que para demostrar su honestidad designa a uno de sus amigos para que lo audite y le dé cuentas a la nación de la legalidad o licitud de los bienes de cualquier naturaleza adquiridos por él y por su pareja, para que nos compruebe a todos los mexicanos que todo aquello es de procedencia totalmente lícita y que desde luego tal empleado de apellido Andrade un día “x” salga a los medios a decir lo que ya sabemos, que todo es totalmente correcto, que jamás se hicieron de algo de manera indebida ni él ni el azote económico de este país, un tal Videgaray quien ha demostrado que sus cuentas alegres que hizo y que hace de que en automático con la reforma fiscal todo iba a ser miel sobre hojuelas.

¿Será acaso que el presidente no tiene talento alguno? o su círculo de asesores carecen de lo más elemental arriba de los hombros y dentro del casco de la cabeza, que les permita asesorarlo y le digan que no se puede decir semejante sandez a un pueblo, que hoy por hoy tan desconcertado y desconfiado de sus autoridades, donde lejos de darle seguimiento a los delitos en el uso indebido de su facultad legal, tratan de darle vuelta a la página a los hechos criminales que laceran a cuarenta y tres familias en lo particular y al resto del mundo, no tan solo a todos los mexicanos; el decir, que hay que dejar hasta ahí las cosas, porque ya se hizo lo suficiente para esclarecer la desaparición de los cuarenta y tres jóvenes estudiantes, lo cual demuestra; en principio, la ineficacia de quienes tienen el encargo de investigar, perseguir y sancionar los hechos ilícitos , los cuales nos han permitido con su trabajo conocer otro gran número de delincuentes que caminan por todo el país con cabal impunidad y demás desaparecidos que nunca nos han dicho quiénes son, pero que siguen acrecentando la lista de homicidios impunes y los representantes “populares“, bien gracias, oyendo y tolerante semejantes ataques a la inteligencia del pueblo al que dicen representar.

Mtro. Luis Octavio Cotero Bernal

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