Ni bien ni mal

Dicen por ahí que si uno habla bien de sí mismo, nadie se la va a creer y si habla mal, desde luego que todo mundo va a escuchar y a creer en su confesión.

El martes 24 de marzo de la semana pasada, rendí protesta como Director General del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, ante la presencia del Secretario General de Gobierno, Maestro Roberto López Lara con la representación del señor Gobernador del Estado, Maestro Jorge Aristóteles Sandoval Díaz.

Señalo con toda precisión que no hablaré ni bien ni mal de mi persona, atendiendo al a teoría que he dejado señalada de que lo mejor es no hablar de uno mismo, ni en pro ni en contra, pero sí puedo decir lo que me propongo hacer en tan honroso cargo que me ha confiado el Gobernador del Estado y que ataña una gran responsabilidad, en principio, por mi actitud crítica que he observado en esta columna y que si bien exijo todo lo mejor y señalo todo lo malo de los servidores públicos, esta prueba que se me hace o que resulta ser, de que si de verdad como critico soy, me obliga a ser todavía mejor que todos aquellos a quienes he en ocasiones pasadas, señalado con índice de fuego, pretendiendo su honestidad, su perfección y todo el talento para prestar a la sociedad un excelente servicio.

Así pues, respondiendo a la confianza que se me ha brindado y sobre todo con el apoyo irrestricto del gobernador de desempeñarme en el estricto marco de la ley, que será, porque así debe de ser, el eje rector en el desempeño de mi cargo, lo que me permitirá y me obliga a realizar mi función en tales términos y a mantenerme al margen de cualquier interés ajeno al derecho, a la honestidad, a la eficacia y eficiencia en el servicio al público, tanto de mi parte, como al que habré de pedirles a mis compañeros de trabajo en esa institución que afortunadamente han hecho que sea una de las mejores instituciones en su área en el país y que se suma a la gran responsabilidad que ello genera.

A mis compañeros de profesión, en particular y a toda la sociedad en general les protesto que daré lo mejor de mí y les pido me critiquen y de preferencia de manera directa, en aquello en lo que consideren esté fallando, tanto el que les habla como el personal a mi cargo, que no tendremos otra justificación para cumplir con nuestro deber que no sea más que lo imposible, así que si quiere hacer la denuncia anónima, realícela que será bienvenida, si prefiere hacerlo ante mi persona o ante la contraloría de la propia institución, desde luego será atendido con toda inmediatez, porque sostendré mi palabra, que hoy por hoy se ha perdido, pero que los que me engendraron me la inculcaron y a la fecha no la he perdido.

Mtro. Luis Octavio Cotero Bernal

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